martes, 17 de febrero de 2009

IMÁGENES DE LA DECADENCIA DEL BARRIO DE FLORES

          Tengo un amigo que posee una energía vital de la que carezco, y ese particular motor lo impulsa a seguir luchando contra quienes toda batalla está perdida. Pero mi amigo es, además, un artista, un vanguardista cultural cuyo terreno de disputa es el talento; de modo que, lejos de agobiarse por el número sideral que imprime a las cosas la medianía, practica a los gritos virtuosos su oficio con la esperanza de redimir a los irrecuperables, mostrando y difundiendo la verdad.

          Renunció a los fáciles placeres del sueldo: hasta la más ínfima arveja de su plato es producto de un esfuerzo contramarea que es a la vez reflejo de su ideario. Despojado de obras sociales, vacaciones, automóvil y otras seguridades y parafernalias de clase media, mi amigo trabaja.

          Es la única persona que conozco que, exento de todo racismo, sostiene frente a quien se lo discuta -que son muchos- y con la convicción de un filósofo asentado, que un extranjero limítrofe tiene el mismo derecho que él de atenderse en un hospital público. Así ha esperado durante diez meses, sufriendo espasmos vesiculares diarios, un turno de quirófano, precedido por decenas de pacientes de origen boliviano, peruano y paraguayo, a quienes gratamente reconocía el derecho de ser atendidos "según orden de llegada" en contraste con el desprecio que les dirige sin tapujos la totalidad de la clase media porteña.

          Por otra parte, el estrecho sitial en el que se ubican los de su estirpe, lo ha obligado no a cultivar la severidad virtuosa del medio tono en la que el diálogo fluye; sino a gritar a los lejanos desposeídos, y aferrado a ese grito -que es también su lucha- continúa lanzándose al vacío de la consideración iletrada y ajena, proyectando a los negados guirnaldas hechas de esencia, aun sin esperar los milagros de la ósmosis, y le basta la sola posibilidad de su acaecimiento, aunque nunca se entere de la mínima redención individual.

          Últimamente ha ideado -junto con otros de su misma vital condición- un pequeño documental, cuya segunda parte verá la luz próximamente. En él, se retrata clara y tristemente lo que la clase media ha querido del barrio de Flores, otrora microclima de dignidad en relación de dependencia.

          Yo lo he disfrutado entristecido y emocionado.




          Recomiendo especialmente el proyecto "Cine en las Plazas" que él y otros de su inestimable amistad llevan a cabo en sus ratos libres, prescindiendo de las pavadas oficinistas del tipo "after hour"; como así también la lectura de su página web (http://cineenlasplazas.blogspot.com/); en especial, las quejas horrorosas de los vecinos linderos de la Plaza Italia descerrajadas en los comentarios, hilo por el cual se advierte el ovillo de la acendrada voluntad de fascismo que mal los ilustra.

          Por su empeño, que admiro y aliento; por la hermosa austeridad de sus pretensiones y por el camino hasta ahora recorrido, mi amigo ingresa hoy al círculo de Los Elegidos, para sonrojo vergonzoso de los que, como yo, han entregado armas de rendición.


Lectura relacionada en este mismo blog: Pequeños propietarios, 13 de marzo de 2008.

2 comentarios:

Ars Urbanitas/HAMLET dijo...

Yo creo que las mejores postales son las que nunca se plasman con una cámara. A veces recomiendo que un paisaje se mire fuerte para que quede grabado en el alma....Viendo el video que su amigo generosamente comparte conmigo,a través suyo, he revisado varias páginas del album de fotos que guardo en mi interior.
Lo milagroso es a mi lado lo estaban mirando mis muertos queridos , con la misma nostalgia, con saudade, que es el mejor invento de los basileros, despues de la caipirinha.
Debo reconocer que, en algun momento de mi paseo por Flores, he sentido que me subía la furia,la bronca... Pero lejos de ser esta circunstancia perniciosa, la considereo sumamente saludable. MI BRONCA ES EL MEJOR CERTIFICADO DE NO DEFUNCION QUE TENGO.
Gracias.

Casandro dijo...

Comparto con Ud. aquello de que "muertos son los que tienen muerta el alma, y viven todavía".

Y parafraseando al mismo poeta, si "lo que el árbol tiene de florido, vive de lo que tiene sepultado", ¿qué mano perversa ha deforestado el barrio, qué mala semilla ha prodigado aquellos escombros? ¿Qué temibles viscosidades encierra el subsuelo de Flores, si éstas son sus flores?

Un saludo a Ud. y a sus muertos, que hacen más falta que estos vivos.