viernes, 5 de septiembre de 2008

PROPUESTA IMPOSIBLE



          Que todos se desmayen muertos. Quedar como único espectador del hecho. Observar la nueva situación, recorrerla, durante diez minutos. Adquirir la certidumbre irreversible de que toda idea de trascendencia es falsa. Luego, morir también.

          Que el pacto garantice que después de la muerte no hay nada: ni indolentes en la Antesala, ni justos no bautizados a la espera, ni Infierno, Purgatorio ni Paraíso, ni vida celestial ni ninguna otra hipótesis de ultratumba. Como dormir y no soñar.

No hay comentarios.: