jueves, 18 de septiembre de 2008

DESAMOR DE SEXTO BE

          Pero no, ahora te tomó un vahído de esos de quererme y te veo cómo sos y me arrepiento, tus piernas de andadora tenedora de hijos, qué será de tus pechos no no.
          Me gustaban tus manos, tus muslos, me pasa por mirarlos, por perverso microfísico, y ahora te enamoraste y mirá, no, no sé cómo no abandono los pinceles y me voy, te recogiste el cabello, estiraste el cuello para mostrarme más de lo que hay, creés en mí como artista y me ¡admirás! dijiste llorando pero se te murieron los pechos y no sé con qué sostener tu decadencia, que es más mía que otra cosa, cómo ir ligando razones que me duermen para que continúe tu claudicación sí, sí, tenés razón, no soy más que nadie.
          Habrá quién te acaricie, las hormonas están a la vuelta, ni siquiera que te arregles un poco sos... bonita, más allá de lo que yo...
          Perdón, soy un irresponsable, perdón, mirá... No, no es necesario, cubrite, no, no te condenes... (Y me dan risa tus muñecas fregando desnuda la nariz, me da tremenda gracia tu estereotipo de modelo de artista, tu intento torpe de estilizar esa estirpe de langosta que aquella noche no sé cómo y después tampoco; me decís te quiero y me río, te escucho llorar con la espalda arqueada moqueando en las palmas o cruzada de brazos y no me acerco para que estés más desnuda, atacada de leve transpiración de vergüenza, no te quiero y me da por reírme de tu bigote incipiente, de tus dientes imperfectos como los míos, de tus talones arrugados y tus pies de energúmena de quinto año nacional; me río de tu baba que me ama y de las hebillitas con las que intentaste construir un modelo artístico que no te sale por tu falta de talento, por tu única vocación de madre, por la autopista de única mano en que tus limitaciones creyeron encontrar porvenir de mujer amada como tu madre también ciega te enseñó. Buscá a ese otro Gustavo o Sebastián con el que cabalgabas de rutina, buscalo ahora que no me lo podés enrostrar nunca más, ahora que sabés que su imagen de guiso en una cama de sexto be me da asco de verdad, envolviendo con esas piernas de langosta la peludez de tu macho mediocre, andá con Gustavo, eximime de tu circo de provincia en vez de soltarme con tanto moco y aspiración convulsionada tu novela de segunda. Andá, ahora que tus coitos pasados me importan un comino, aplastados por todos tus mocos e incluso por tu amor, que fructificó de tus coitos pasados como un jardín de hongos de pie. Ahora sí andá a buscar a Sebastián, andá, y sabé que me da risa esa necesidad tan telenovelesca de que revierta mis sentimientos y te ame, no ves que no se puede, no ves además que fuiste vos, tan aferrada al más de lo mismo que te juro que ahora sí me da asco físico imaginarte compartiendo jugos con Gustavo o con Sebastián. No me quieras convencer, porque antes de conocerme tu proyecto era otro. Ahora no vengas con ese folletín del amor, madre mía, no ves lo que sos).

No hay comentarios.: