-Perdón, señor, tendría que haber doblado en la avenida -que es una de las principales de la ciudad, y ahí le habíamos indicado que debía dejarnos.
-Uy sí, tenés razón. Perdoname, me pasé.
-No importa, nos bajamos acá.
-¿Seguro?
-Sí, sí, seguro.
-Bueno, gracias. Veintitrés cincuenta, ¿tené moneda?
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