Freud (John Huston,1962)
Una película de alto poder de recuperación cultural. Verán aquí a un hermosísimo Montgomery Clift, enfermo "en la vida real" (a punto que, durante el rodaje, la productora lo demandó por no presentarse reiteradas veces al plató).
Enorme fuerza dramática en su caracterización del padre del psicoanálisis (otro tópico de reiterada afinidad en el estamento). A través de la observación de este film, la clase media no sólo encontrará una atractiva reseña del nacimiento de este paradigma de conocimiento de la subjetividad, sino que, además, descubrirá que es muy posible asistir a la proyección de una película de más de dos horas. Los méritos de este acercamiento al hecho cultural pleno se acrecientan no bien se advierte que la obra está enteramente filmada en blanco y negro -es decir, desprovista del imán perceptivo de los colores primarios, a que tanto se aficiona el grupo- y que prácticamente carece de música incidental.
Dentro de los jugosos pormenores de Freud que atraerán a los espectadores de clase media, sin duda figura el hecho de que un conocido filósofo francés llamado "Sartre" escribió el primer guion (que finalmente fue rechazado por ser demasiado largo), y que el pensador francés había elegido a Marilyn Monroe para el co-protagónico.
¿Qué tal?
Más o menos de qué se trata: Es la vida de Freud. Bah, una parte.
Calificación: Y, para ver con los chicos no es. Más que nada porque se aburren, no por otra cosa.
Precio de la entrada: Depende, porque no la dan en todos lados. Por ahí se puede alquilar, no sé.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario