domingo, 21 de diciembre de 2008

EL DATO (XV)




  • Cuando un integrante de la clase media detenta una dosis cualquiera de poder, lo ejerce despóticamente.

  • En esa instancia, considera lícito su accionar en razón de haber superado el "pago" de un pretendido "derecho de piso"; una especie de conjunto de experiencias previas de sometimiento que lo habilitan a su vez a someter activamente al prójimo que voluntariamente se coloca de alguna manera bajo su dependencia.

  • De este modo, encuentra algún resquicio de justificación de actitudes palmariamente alejadas de la ética más elemental; y a la vez, alienta la construcción de otra ética, afín al comportamiento "natural" del hombre de la calle, y a la que asigna finalmente más valor que a cualquier metafísica de las costumbres.

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